lunes, 31 de agosto de 2015

Infrahumanos

Hace unos días, me disponía a subir a este blog una entrada sobre la polémica veraniega de mi ciudad: toros, mairalesas (reinas de fiestas) y rumorología de patio de vecinas como forma de escarnio público. Estaba con la radio puesta mientras encendía el ordenador y me sacudió el drama que se está viviendo en nuestras fronteras. Me sentí bastante estupida, había caído en la trampa, yo también.

Bordieu define lo "impensable" como aquello para lo que una persona carece de instrumento capaz de conceptualizarlo. "En lo impensable de una época, está todo lo que uno no puede pensar por falta de inclinación ética o política que predisponga a tenerlo en cuenta o en consideración, pero también que no puede pensar por falta de instrumentos mentales(...)". ¿ Era impensable para esta "Unión Europea" que pudiera suceder algo así? ¿Qué hace que haya sido impensable?¿Por qué no se articulan soluciones que acojan de manera inmediata esta situación? Si Europa, con más de 500 millones de habitantes y aún en crisis , uno de los continentes más ricos del mundo no lo puede hacer, quién lo podrá hacer?


Europa ha vivido permanentemente una contradicción entre su pensamiento y sus intereses, de tal manera que con clara victoria para los intereses, el pensamientó se modificó para acoplarlo. Los pilares  reales que sustentan nuestro continente son el racismo, la esclavitud y la dominación. Es cierto que fuimos fundadores de la Declaración de Derechos Humanos, pero el concepto de "Humano" no era precisamente el mismo que podemos tener tu y yo en este momento.  Siglos antes (1550) una disputa entre Bartolomé de las casas  y Juan Ginés Sepúlveda sobre la naturaleza de los indios, ilustra muy bien esta contradicción. Las Casas creía en la humanidad de los indios, no así Juan Ginés  pero los intereses de europa, no casaban con esa humanidad e itentó compatibilizarla dando libertad para los salvajes (indios) y esclavitud para los negros (bárbaros), lo cual salió muy mal por cierto.

Años de vueltas filosóficas y de ilustración establecieron grados de humanidad por razones culturales, pragmáticas, éticas, politicas,  en definitiva, algunos seres humanos eran más humanos que otros. Y así el Hombre en mayúsculas era esencialemente europeo y varón. Humanos eran en menor grado, las mujeres de origen europeo o los judíos europeos, en el siguiente escalón iban las grandes civilizaciones (chinos, egipcios, persas). Con reservas los colonizados complacientes que se occidentalizaban también podían llegar a ser "humanos". En la actualidad se ha desviado hacia el concepto de "ciudadanía", pero si nos centramos en el fondo ,en el asunto de nuestras fronteras o en la barbaridad de violencia machista que nos conmociona menos de lo que debiera, en Africa, exclavitud infantil etc.,... siguen existiendo en nuestro incosnciente colectivo las mismas categorías de humanidad.

Una lástima que se haya silenciado nuestro pensamiento colonial y nos han privado de la posibilidad de aprender de ello. Han maquillado en el mejor de los casos o creado la base de lo que configuró nuestro continente como si lo hubiera escrirto Walt Disney. Se ha silenciado conscientemente (sólo hace falta contar el número de páginas que le dedica por ejemplo la enciclopedia Larousse al colonialismo francés) para que no sepamos que nuestros "ilustrados"  y pilares europeos como Voltaire por ejemplo, creían que los negros pertenecían a otra especie culturalmente destinada a la esclavitud.  Y es que cuando la prosperidad material está ligada a la dominación del otro, las eruditas opiniones se transforman. Y con toda esta mochila ahora resulta que no entendemos qué y porqué ocurren estas barbaries. Quizá en alguna parte de nuestro cerebro, nos hemos creido que los refugiados de Oriente Próximo o África, son también otra especie culturalmente destinada a ser martirizada para nuestro bienestar o que las mujeres están predispuestas a ser asesinadas por sus parejas, o que los crios de determinados continentes vienen geneticamente preparados para trabajar, después de todo, ninguno afecta al escalón más alto de la categoría.

En un momento en el que las instituciones estatales van perdiendo importancia en favor de instituciones transnacionales  como es el actual, la ciudadanía como colectivo humano articulada a través de movimientos sociales, cobra más poder.  Por ello los estados van soltando perlas de miedo a neonacis, a que nos roben nuestro bienestar, etc. Aún así,  estoy segura que la ciudadanía activa europea y las iniciativas - refugio como la de Barcelona, nos transformaran para convertirnos en más humanos.


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